Blog article
Adam Feinstein: sobre los huesos de Neruda y su pasión por el poeta
Pablo Neruda era un apasionado de los relatos policiales. Así se lo confiesa a
Gabriel García Márquez en un histórico encuentro televisado entre los escritores
en 1971, donde asevera que lee novelas policiales “por docenas”. En Pablo
Neruda, la primera biografía en inglés del poeta chileno, el periodista británico
Adam Feinstein revela que “al menos un crítico ha especulado que su nombre
(artístico) provenía de Wilhemina Norman Neruda, una violinista mencionada por
primera vez en una historia de Sherlock Holmes, ´A Study in Scarlet´”. Según la
biografía, Neruda ya era un ávido lector de historias de detectives en 1920, sobre
todo de Conan Doyle. Fue en ese año cuando cambió su nombre para evitar
tensiones con su padre, quién no podía aceptar que Neftali (su nombre de
nacimiento) sacrificara sus estudios por la poesía.
Hoy, los restos del poeta chileno no se encuentran en su casa de Isla Negra
donde fueron sepultados luego de su muerte en 1973. Hace dos años, luego de
que el Partido Comunista chileno abriera una investigación para determinar si
Neruda fue asesinado por la dictadura de Pinochet y el juez Mario Carroza diera
la orden, sus restos fueron exhumados. Los huesos del escritor fueron
examinados en Chile, Estados Unidos, España y en Suiza, según un artículo que
Feinstein publicó en The Guardian a principios de junio. “Neruda estaría leyendo
esta historia con fascinación”, comenta Feinstein a Ventana Latina. “Lo irónico
es que él mismo es el centro de la historia”. El descubrimiento de una bacteria
“inusual” en España en las últimas semanas reafirmaría la suposición de que el
poeta fue envenenado, si bien todavía se requieren extensos análisis para una
determinación final.
Adam Feinstein dedicó 7 años de su vida a escribir la biografía del poeta que fue
publicada por Bloomsbury en 2004 y republicada en 2013 con un capítulo extra
sobre la exhumación. En 2011, Manuel Araya, el chofer de Neruda, le dijo a la
revista mexicana Proceso que él estaba seguro que el poeta había sido
envenenado con una inyección en el estómago cuando estaba internado en un
hospital de Santiago. Sobre el posible envenenamiento, Feinstein aclara: “Puede
ser…es posible, pero nada más. Han pasado muchos años. Sus enemigos
políticos eran capaces, eso lo sabemos.”
El biógrafo de Neruda entonces recuerda: “Hay datos misteriosos, porque
sabemos que el embajador mexicano, Martínez Corvalán, visitó al escritor en el
hospital en 1973 y le dijo ´tienes que salir de Chile, hay un avión esperando por
tí para llevarte a Mexico.´Neruda quiso esperar unos días, pero falleció un
domingo. Lo seguro, es que hubiera sido una amenaza muy poderosa a la junta
de Pinochet un personaje como Pablo Neruda en el exilio”, sentencia.
La familia del poeta está dividida en opiniones. La Fundación Neruda, por su
parte, exige que los restos vuelvan a su lugar de sepultura. “La fundación está
muy enfadada, creen que es escandaloso que el mayor poeta del siglo XX esté
dando vueltas hace casi dos años” comenta Feinstein. Hoy, la duda recae sobre
la implicancia política de una posible confirmación del evenenamiento, y
Feinstein comenta: “Eso es lo que me pregunta todo el mundo. Si se confirma el
asesinato, creo que sería una prueba concreta de los crímenes de Pinochet, si
bien no hacen falta porque las pruebas ya existen. Pero en este caso se trata de
un gran personaje. De todas formas, hay una parte de la familia que nunca
aceptaría esta confirmación.”
Feinstein habla de Neruda con un afecto expresivo, lo recuerda con precisión y
vehemencia, y no escatima al contar anécdotas. Confiesa, al pasar, que le han
sugerido que su sentido del humor es similar al del gran poeta. El periodísta es
asesor de la próxima película de Pablo Larraín, “Neruda”, que será
protagonizada por Gael García Bernal. Además, lo tradujo al inglés, lo comparte
en charlas académicas y publica Cantalao, una revista semestral que repasa
apartados de la extraordinaria vida del escritor.